Los 23 poemas que integran Mundos efervescentes plantean, justamente, lo que se anuncia desde el título de la obra. Secuencias e imágenes de diversos planos habitables y co-habitables desde la propuesta lírica que instala el poeta. Los mundos de los recuerdos, de los deportes y de las obsesiones, entre otros, son penetrados y recorridos con la dinámica de la exaltación y de la fantasía, hasta que finalmente se insertan en una realidad común de autor y lector.